lunes, 1 de agosto de 2011

Nieve


Está nevando en el pueblo por el que deambula mi existencia actual. Lo tomo como uno de esos casi milagros que aparecen muy de vez en cuando. Aunque por esta zona es frecuente que ocurra durante algunos días, una vez al año, apenas, oh, terminan las vacaciones de invierno, no deja de sorprenderme el hecho de caminar y ser testigo de esa lluvia lenta y blanca , de ese sonido que hacen al caer los copos, delicia auditiva, apenas el boceto de un susurro de la naturaleza. Camino y piso el hielo, hago fotos por encargo como la que aquí estan viendo, recuerdo momentos vividos hace varios años en Penitentes, en Bariloche, en Chillán, Yosemite o Cantabria. Allí abundaba la nieve y yo era un bicho de ciudad, nacido y criado en el Palermo mas clásico de todos, orgulloso de que Buenos Aires fuera mi escuela, una de las mas grandes del mundo. De este modo, al estar en contacto con lo urbano, cada vez que por alguna cuestión de trabajo tenía que dirigirme hacia aquellos lugares, luego del suspiro placentero de rigor y con la camara analógica en mano podía decir, parafraseando a un rock star local, que “ el fuera de juego era evidente”. La cámara y el ojo hacían muy bien su trabajo, pero la sensación de extrañeza, de realidad paralela, de epifanía que podía ser congelada representaban esa maravilla pausada que costaba tanto abandonar. Al no haber remedio para eso, lo dicho, siempre estaba el consuelo de la foto, otro acontecimiento extraordinario, si se lo piensa un poco.
Búsqueda y oficio hicieron que pudiese conseguir esta imagen de la que me siento un poco satisfecho. Tal vez algún paso al costado hubiese logrado el máximo de armonía entre los cinco arboles sin hojas y la misma cantidad de personas. El doble de megapíxeles o un poco mas de luz? Si, puede ser, detalles técnicos y estéticos. Pero también se me ocurre que esta foto puede cumplir la función de evocar una lectura ya muy lejana de “ Las aventuras de Tintín”, en donde aparecía un Yeti que fue durante mucho tiempo motivo de gran misterio para mi imaginación. O la función de recordarme cuadros de la Venecia de Juan Manuel de Prada. O la de Benno Von Archimboldi en 2666. O la de evocar además una imagen total y absolutamente blanca que decidió en algún momento del film el director de “La mirada de Ulises”. También se me ocurre que esta foto se puede ampliar para cumplir la función de un pequeño poster con la firma del autor,o montada en impecable pastpartou contando, claro, con los gastos del envío a domicilio. Interesados en la foto dirigirse a mi casilla de e mail. Muchas gracias.